El Collar de la Paloma no es sólo un tratado
sobre el amor y los amantes excepcional, es también una obra que retrata a una
sociedad, a un mundo, el andalusí de finales del siglo X y principios del XI, y
a un hombre, su autor, Ibn Ḥazm. Más allá de los significados y significantes
que un intelectual andalusí pudiese tener sobre el amor, sobre esa “dolencia
deliciosa”, “por la que los ascetas rompen sus votos y los castos se tornan
disolutos”, sobre esa unión de las almas que nos relata Ibn Ḥazm, creo
sinceramente que la importancia que esta obra puede tener a la hora de intentar
escribir la historia de al-Andalus y de la Córdoba a caballo entre el siglo X y
el XI, y de las gentes que allí habitaron, es precisamente esas imágenes capturadas
de la ciudad califal y del propio literato cordobés, que nos permiten dibujar
sobre un lienzo cómo sería aquella realidad y aquel hombre.