En los relatos que versan sobre la conquista musulmana de la península Ibérica, siempre se pueden rastrear elementos más legendarios, que elevan el ingenio y el protagonismo de personajes como Ṭāriq, cliente del gobernador de Ifrīqiya, que lideró las tropas bereberes que entraron en un primer momento. Del autor, Ibn al-Kardabūs, no se sabe demasiado, tan solo que
era alfaquí y que murió a principios del siglo XIII, en el Túnez meridional. Lo
interesante de su obra son las ricas aportaciones que otorga, que no se reflejan
en otras crónicas sobre al-Andalus, aunque aún es un misterio la procedencia de
las fuentes que pudo manejar. La visión que aporta del desembarco de Ṭāriq no
deja de ser interesante por la cantidad de detalles que ofrece y la propia
visión cristiana de los hechos. Como podemos apreciar en este fragmento, se
llevaron a cabo estrategias planeadas para perturbar e inquietar al enemigo. Es una crónica muy valiosa de la que se pueden sacar conclusiones interesantes, que yo apenas he introducido muy por encima.
[Entretanto] Rodrigo
partió directamente a Córdoba deseando habérselas con Ṭāriq. Cuando
ambos estuvieron cerca, Rodrigo escogió un hombre valiente, experto
en los combates y en sus argucias, y le ordenó que se metiese en el ejército
de Ṭāriq y viese sus características y su aspecto. Entonces él
avanzo hasta entrar en el campamento de los musulmanes, pero Ṭāriq,
reparando en él, ordenó que la carne de algunos muertos fuese troceada y
cocida. La gente cogió los muertos, cortaron su carne y la cocieron y el
enviado de Rodrigo que ellos la comían.
Cuando cayó la
noche, Ṭāriq ordenó quitar aquella carne y enterrarla, y [ordenó]
degollar vacas y ovejas y poner su carne en aquellas marmitas.
Por la mañana
despertaron las gentes y se las convocó para compartir la comida. Entonces
comieron de ella y el enviado de Rodrigo comió en su compañía. Cuando
terminaron, el enviado marchó a [donde] Rodrigo y le dijo “Ha llegado a ti una
nación que come la carne de los muertos de los hijos de Adán, sus
características son las características que encontramos en la Casa Sellada. Han
pegado fuego a sus barcos y se han preparado para la muerte o la conquista”.
Entonces Rodrigo y su
ejército experimentaron dudas de inquietud que no habían sospechado.
IBN AL-KARDABŪS, Historia
de al-Andalus (Kitāb al-Iktifā’), Estudio, traducción y notas de Felipe
Maíllo Salgado, Akal S.A., Madrid, 2008
Aurora González Artigao
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